OTRO CUMPLE...
Hoy sábado es el cumpleaños de Rosa Díez, militante socialista del PSE-PSOE, de momento, y según dice ella: " socialista por sentido común: mamé el izquierdismo en casa". Valga esta simple frase para que el arriba firmante comenzará un largo comentario sobre la incongruencia o no de la misma. Pero no lo haré. No.
Hoy sábado es el cumpleaños de Rosa Díez, militante socialista del PSE-PSOE, de momento, y según dice ella: " socialista por sentido común: mamé el izquierdismo en casa". Valga esta simple frase para que el arriba firmante comenzará un largo comentario sobre la incongruencia o no de la misma. Pero no lo haré. No.
No, porque, resulta que Rosa Díez, es una de las pocas personas que se atreve a decir lo que piensa "dentro" del PSOE, y es que hay muchos que piensan como ella, pero pocos que se atrevan a decirlo. ¿Por qué?. Porque les pasará lo que a Rosa. Es decir, que pese a que fue una de las de Suresnes, pese a que admira a Felipe Glez., pese a que fue seis años Consejera de Turismo, pese a que fue y es una amenazada directa de la eta (sobre todo desde que criticó la investigación de los GAL, que la consideraba perniciosa), pese a que fue la primera militante socialista en presentarse a una candidatura de primarias(nada más y nada menos contra Nicolás Redondo Terreros, otro enviado al ostracismo), pese a que fue y es una luchadora por la libertad, pese a que es una defensora de los derechos de las víctimas. Pese a todo eso, está fuera del aparato del partido, y casi de la militancia. Ha sido apartada de raíz. Ha sido apartada ipso facto. Ha sido apartada de inmediato. Ha sido apartada sin vuelta atrás.
Lo primero fue retirarla de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Europarlamento, fue en una característica maniobra rubalcabiana de los sociatas ibéricos, Pepiño Blanco, Secretario de Organicación aprovechó una ausencia por enfermedad de la Eurodiputada para imponerle su destitución. Eso debe ser lo del talante, por detrás y por delante. Lo segundo han sido las voces de los buitres, diciendo que si alguien no está contento en el Psoe ya sabe donde está el PP, a lo que Rosa Díez ha contestado " No nos hemos ido de Euskadi y no nos iremos de nuestro partido; tenemos tanto derecho a estar en él como el que más y a defenderder con libertad nuestras posiciones".
¿Su delito?, esta carta que reproduzco literalmente. Es un poco larga pero merece la pena leerla:
"Querido presidente, te escribo esta carta abierta porque voy a hablarte de un asunto que tiene alcance público y porque su contenido es plenamente político. Espero que sigas compartiendo conmigo la opinión de que la política ha de desarrollarse en la plaza pública.
Quiero llamar tu atención sobre la entrevista realizada el pasado domingo día 5 de febrero en el diario 'Gara' a José Antonio Pastor, secretario general del Partido Socialista de Euskadi en Vizcaya y portavoz del PSE en el Parlamento vasco.
La gravedad de algunas de las aseveraciones realizadas por este dirigente del PSE, la incompatibilidad de su posición con el compromiso que has reiterado para con las víctimas del terrorismo y su memoria, y tu silencio al respecto, me hace pensar que no conoces el contenido de la entrevista. Sólo a modo de ejemplo quiero destacarte uno de sus párrafos:
'Pregunta: El Comité Nacional de este sábado abordaba que si va a haber medidas de flexibilización en la situación de los presos, que se consulte con las víctimas...
Respuesta: Es una reflexión que aparece en uno de los documentos de trabajo. La situación política vasca tiene dos momentos importantes: el momento en el que se puede iniciar el proceso de paz, pero evidentemente hay un día después. Y ese día después, ese proceso de reconciliación que no va a ser fácil, necesita del concurso de las más de 1.000 víctimas del terrorismo y necesita también de ejercicios de generosidad y de flexibilidad por parte de todos.
Hay que atender el criterio de las víctimas, que básicamente piden que se les reconozca el daño causado y se les pida perdón; pero, por otra parte, también hay que pedirles una cierta dosis de generosidad, a ambos sectores que, si se quiere, los personalizamos en las víctimas y en los presos de la banda terrorista ETA que, de una forma u otra, en función de las circunstancias de cada uno y a lo largo del tiempo, deberán ir reintegrándose con cierta normalidad a la vida política.
Claro, es muy difícil conjugar dos mundos que han estado tan apartados y en el que unos han sido víctimas y otros básicamente verdugos, y eso va a exigir muchas dosis de diplomacia, generosidad, mano izquierda y sentido común. Es cierto que a las víctimas hay que escucharlas y tenerlas en cuenta a la hora de aplicar estas políticas, pero no pueden convertirse en un agente político activo en un proceso de paz; no lo han sido en ningún proceso del mundo'.
Creo presidente que no es preciso hacerte ningún comentario adicional. No necesito expresarte hasta qué punto me resulta descorazonador que esas palabras salgan de la boca de un dirigente del Partido Socialista, de mi partido, de un partido en el que milito desde que era una cría, en el que militaron mis padres antes que yo, de un partido que ha sido todo en la defensa de las libertades.
No necesito explicarte que me siento también profundamente desolada porque creo que esas palabras ofenden a la inmensa mayoría de nuestros militantes, de nuestros votantes, de la buena gente de toda España a la que representamos precisamente para hacer cumplir las leyes, para defender tanto la justicia y la igualdad como la memoria y la dignidad de aquéllos a los que el terrorismo quitó la vida, de todos aquéllos que nacieron huérfanos como consecuencia del fanatismo de ETA. Y también para lograr la libertad de todos aquéllos que aún hoy viven sometidos al terror y la extorsión.
Verás, presidente, éste no es un debate teórico o táctico. No estamos, a mi juicio, ante una cuestión de las opinables, de ésas que pueden discutirse desde un punto de vista más o menos emocional o más o menos pragmático.
Que un dirigente de mi partido haga un discurso en el que se equipara a las víctimas con los verdugos, que se piense —y se diga hablando de ellos— que son «dos mundos que han estado tan apartados», como si lo hubieran estado por una decisión tomada voluntariamente por cada uno de ellos, como si ambos —víctimas y verdugos— fueran igualmente responsables de la situación en la que se encuentran, como si las víctimas hubieran llegado a serlo por un problema de incompatibilidad política, de mala suerte o de una jugarreta del destino, es algo que me resulta imposible de entender e imposible de aceptar.
'Verás, presidente, el debate en torno a las víctimas no es teórico o táctico. No estamos ante una cuestión opinable'
Declarar, como hace Pastor, que en esos dos mundos unos 'han sido víctimas y otros básicamente verdugos' es directamente una infamia; negarles a las víctimas su capacidad para ser agentes políticos, a la vez que se reconoce a los verdugos su derecho a reintegrarse en la vida política, requiere una dosis de irresponsabilidad o de falta de lógica democrática difícilmente superables.
Presidente, yo te he oído muchas veces comprometerte a mantener viva la memoria de las víctimas, a defender la justicia y la verdad. Es más; he visto con qué ahínco defiendes la recuperación de la memoria de las víctimas de la Guerra Civil, la memoria de aquéllos a los que la Historia oficial convirtió en transparentes. No me cabe en la cabeza, no me puedo creer, que compartas esta reflexión de los actuales dirigentes del Partido Socialista de Euskadi.
Tú y yo hemos tenido complicidad política en muchas cuestiones fundamentales. Tú sabes que he apoyado y defendido ante dirigentes del PSE decisiones estratégicas que tomaste cuando eras el líder de la oposición, tales como el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo o la Ley de Partidos. Yo no creo, no puedo ni quiero creer, que tu posición al respecto haya cambiado hasta el extremo de que te pueda parecer poco importante la cuestión sobre la que hoy llamo tu atención.
Presidente, no te hablaría de esta cuestión si pensara que la entrevista constituye un hecho aislado. No es así. Se suma a otros acontecimientos recientes que muestran que hay una reflexión de fondo en el Partido Socialista de Euskadi que les lleva a procurar maquillar la historia.
'Hay una reflexión de fondo en el Partido Socialista de Euskadi que les lleva a procurar maquillar la historia'
Eso explica su empeño en pervertir el lenguaje: dado que ya no es posible hacer invisibles a las víctimas han decidido hacer invisibles a los verdugos. Por eso en el documento discutido por el último Comité Nacional se denomina a los asesinos como 'aquéllos que la Justicia determinó que eran los asesinos', mientras que las víctimas pasan a ser 'quienes tienen la consideración de víctimas'. Y en esa misma lógica de relativismo absoluto se enmarca la entrevista de Patxi López en 'Gara' en la que no negaba la posibilidad de un futuro acuerdo de gobierno con Batasuna.
Hay cosas, querido José Luis, que no pueden estar sometidas al relativismo o a la coyuntura. Algunas cosas debieran, como diría Mario Onaindía, «ser sagradas también para los laicos». Entre ellas la verdad, la memoria y el honor de las víctimas. No es aceptable tanto relativismo, tal falta de piedad hacia la gente que ha sufrido la persecución o los zarpazos del terror. No es moralmente aceptable. Y es la peor herencia que podemos dejar a nuestros hijos. No lo debes tolerar.
Te pido disculpas si esta carta abierta te causa alguna incomodidad. Habrá quien piense que diciendo en público estas cosas se hace daño al Partido Socialista. Yo creo que a nuestro partido se le hace daño, se le traiciona, si nos callamos ante la falta de pudor de alguno de nuestros dirigentes. Confío en que tú lo entenderás también así. Recibe, como siempre, un fuerte abrazo. Y toda mi consideración.
Postdata. Escribí esta carta hace ya más de una semana. Después pensé que quizá fuera excesivo apelar públicamente al presidente del Gobierno. La guardé. Hoy he leído que un grupo de parlamentarias del PSE, con conocimiento de la dirección del partido, negocia con Batasuna un documento sobre eso que se ha dado en llamar «el proceso de paz».
'Dado que ya no es posible hacer invisibles a las víctimas han decidido hacer invisibles a los verdugos'
Por si fuera poco grave que el PSE negocie con una organización terrorista cuestiones políticas —cosa que siempre se ha negado desde el Ejecutivo que presides—, en el texto conocido se afirma que: «todos los proyectos políticos se pueden y se deben defender sin que se imponga ninguno, buscando un escenario democrático que garantice su desarrollo».
Traduzcamos, presidente: si hemos de buscar un escenario democrático que garantice el desarrollo de todos los proyectos políticos es que ahora no existe ese marco político. O sea, que no hay democracia. O sea, a una parte de las opciones políticas vascas se les ha negado su derecho a estar presentes en la vida política. O sea, hay que cambiar las instituciones democráticas porque así lo pide ETA. O sea, hay que aceptar que ETA tenía sus razones para matar...
Al tener conocimiento de este hecho he comprendido, Presidente, que si nosotros callamos, los que defienden la ignominia y la rendición desde las filas de nuestro propio partido seguirán avanzando. Por eso he decidido finalmente enviarte esta carta.
Presidente, durante 30 años de nuestra vida, ante cada muerto, ante cada viuda, ante cada madre, nos hemos prometido memoria, dignidad y justicia. Presidente, quiero que sepas que vamos a cumplir nuestra palabra. No vamos a estar callados. No vamos a permitir, sin hacer oír nuestra voz, que se construya un escenario en el que nuestros propios compañeros traicionen lo más sagrado. No nos han matado para esto. No nos han perseguido para esto. Tenemos hijos, presidente. Durante toda su infancia hemos tenido que quitarles, día a día, el miedo. No vamos a permitir que en ellos se repita nuestra historia. Por eso, no nos vamos a callar.
Presidente, hay cosas que sólo tú puedes hacer. O evitar que se hagan. Creo que ha llegado el tiempo de decírtelo.
Un abrazo".
Quiero llamar tu atención sobre la entrevista realizada el pasado domingo día 5 de febrero en el diario 'Gara' a José Antonio Pastor, secretario general del Partido Socialista de Euskadi en Vizcaya y portavoz del PSE en el Parlamento vasco.
La gravedad de algunas de las aseveraciones realizadas por este dirigente del PSE, la incompatibilidad de su posición con el compromiso que has reiterado para con las víctimas del terrorismo y su memoria, y tu silencio al respecto, me hace pensar que no conoces el contenido de la entrevista. Sólo a modo de ejemplo quiero destacarte uno de sus párrafos:
'Pregunta: El Comité Nacional de este sábado abordaba que si va a haber medidas de flexibilización en la situación de los presos, que se consulte con las víctimas...
Respuesta: Es una reflexión que aparece en uno de los documentos de trabajo. La situación política vasca tiene dos momentos importantes: el momento en el que se puede iniciar el proceso de paz, pero evidentemente hay un día después. Y ese día después, ese proceso de reconciliación que no va a ser fácil, necesita del concurso de las más de 1.000 víctimas del terrorismo y necesita también de ejercicios de generosidad y de flexibilidad por parte de todos.
Hay que atender el criterio de las víctimas, que básicamente piden que se les reconozca el daño causado y se les pida perdón; pero, por otra parte, también hay que pedirles una cierta dosis de generosidad, a ambos sectores que, si se quiere, los personalizamos en las víctimas y en los presos de la banda terrorista ETA que, de una forma u otra, en función de las circunstancias de cada uno y a lo largo del tiempo, deberán ir reintegrándose con cierta normalidad a la vida política.
Claro, es muy difícil conjugar dos mundos que han estado tan apartados y en el que unos han sido víctimas y otros básicamente verdugos, y eso va a exigir muchas dosis de diplomacia, generosidad, mano izquierda y sentido común. Es cierto que a las víctimas hay que escucharlas y tenerlas en cuenta a la hora de aplicar estas políticas, pero no pueden convertirse en un agente político activo en un proceso de paz; no lo han sido en ningún proceso del mundo'.
Creo presidente que no es preciso hacerte ningún comentario adicional. No necesito expresarte hasta qué punto me resulta descorazonador que esas palabras salgan de la boca de un dirigente del Partido Socialista, de mi partido, de un partido en el que milito desde que era una cría, en el que militaron mis padres antes que yo, de un partido que ha sido todo en la defensa de las libertades.
No necesito explicarte que me siento también profundamente desolada porque creo que esas palabras ofenden a la inmensa mayoría de nuestros militantes, de nuestros votantes, de la buena gente de toda España a la que representamos precisamente para hacer cumplir las leyes, para defender tanto la justicia y la igualdad como la memoria y la dignidad de aquéllos a los que el terrorismo quitó la vida, de todos aquéllos que nacieron huérfanos como consecuencia del fanatismo de ETA. Y también para lograr la libertad de todos aquéllos que aún hoy viven sometidos al terror y la extorsión.
Verás, presidente, éste no es un debate teórico o táctico. No estamos, a mi juicio, ante una cuestión de las opinables, de ésas que pueden discutirse desde un punto de vista más o menos emocional o más o menos pragmático.
Que un dirigente de mi partido haga un discurso en el que se equipara a las víctimas con los verdugos, que se piense —y se diga hablando de ellos— que son «dos mundos que han estado tan apartados», como si lo hubieran estado por una decisión tomada voluntariamente por cada uno de ellos, como si ambos —víctimas y verdugos— fueran igualmente responsables de la situación en la que se encuentran, como si las víctimas hubieran llegado a serlo por un problema de incompatibilidad política, de mala suerte o de una jugarreta del destino, es algo que me resulta imposible de entender e imposible de aceptar.
'Verás, presidente, el debate en torno a las víctimas no es teórico o táctico. No estamos ante una cuestión opinable'
Declarar, como hace Pastor, que en esos dos mundos unos 'han sido víctimas y otros básicamente verdugos' es directamente una infamia; negarles a las víctimas su capacidad para ser agentes políticos, a la vez que se reconoce a los verdugos su derecho a reintegrarse en la vida política, requiere una dosis de irresponsabilidad o de falta de lógica democrática difícilmente superables.
Presidente, yo te he oído muchas veces comprometerte a mantener viva la memoria de las víctimas, a defender la justicia y la verdad. Es más; he visto con qué ahínco defiendes la recuperación de la memoria de las víctimas de la Guerra Civil, la memoria de aquéllos a los que la Historia oficial convirtió en transparentes. No me cabe en la cabeza, no me puedo creer, que compartas esta reflexión de los actuales dirigentes del Partido Socialista de Euskadi.
Tú y yo hemos tenido complicidad política en muchas cuestiones fundamentales. Tú sabes que he apoyado y defendido ante dirigentes del PSE decisiones estratégicas que tomaste cuando eras el líder de la oposición, tales como el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo o la Ley de Partidos. Yo no creo, no puedo ni quiero creer, que tu posición al respecto haya cambiado hasta el extremo de que te pueda parecer poco importante la cuestión sobre la que hoy llamo tu atención.
Presidente, no te hablaría de esta cuestión si pensara que la entrevista constituye un hecho aislado. No es así. Se suma a otros acontecimientos recientes que muestran que hay una reflexión de fondo en el Partido Socialista de Euskadi que les lleva a procurar maquillar la historia.
'Hay una reflexión de fondo en el Partido Socialista de Euskadi que les lleva a procurar maquillar la historia'
Eso explica su empeño en pervertir el lenguaje: dado que ya no es posible hacer invisibles a las víctimas han decidido hacer invisibles a los verdugos. Por eso en el documento discutido por el último Comité Nacional se denomina a los asesinos como 'aquéllos que la Justicia determinó que eran los asesinos', mientras que las víctimas pasan a ser 'quienes tienen la consideración de víctimas'. Y en esa misma lógica de relativismo absoluto se enmarca la entrevista de Patxi López en 'Gara' en la que no negaba la posibilidad de un futuro acuerdo de gobierno con Batasuna.
Hay cosas, querido José Luis, que no pueden estar sometidas al relativismo o a la coyuntura. Algunas cosas debieran, como diría Mario Onaindía, «ser sagradas también para los laicos». Entre ellas la verdad, la memoria y el honor de las víctimas. No es aceptable tanto relativismo, tal falta de piedad hacia la gente que ha sufrido la persecución o los zarpazos del terror. No es moralmente aceptable. Y es la peor herencia que podemos dejar a nuestros hijos. No lo debes tolerar.
Te pido disculpas si esta carta abierta te causa alguna incomodidad. Habrá quien piense que diciendo en público estas cosas se hace daño al Partido Socialista. Yo creo que a nuestro partido se le hace daño, se le traiciona, si nos callamos ante la falta de pudor de alguno de nuestros dirigentes. Confío en que tú lo entenderás también así. Recibe, como siempre, un fuerte abrazo. Y toda mi consideración.
Postdata. Escribí esta carta hace ya más de una semana. Después pensé que quizá fuera excesivo apelar públicamente al presidente del Gobierno. La guardé. Hoy he leído que un grupo de parlamentarias del PSE, con conocimiento de la dirección del partido, negocia con Batasuna un documento sobre eso que se ha dado en llamar «el proceso de paz».
'Dado que ya no es posible hacer invisibles a las víctimas han decidido hacer invisibles a los verdugos'
Por si fuera poco grave que el PSE negocie con una organización terrorista cuestiones políticas —cosa que siempre se ha negado desde el Ejecutivo que presides—, en el texto conocido se afirma que: «todos los proyectos políticos se pueden y se deben defender sin que se imponga ninguno, buscando un escenario democrático que garantice su desarrollo».
Traduzcamos, presidente: si hemos de buscar un escenario democrático que garantice el desarrollo de todos los proyectos políticos es que ahora no existe ese marco político. O sea, que no hay democracia. O sea, a una parte de las opciones políticas vascas se les ha negado su derecho a estar presentes en la vida política. O sea, hay que cambiar las instituciones democráticas porque así lo pide ETA. O sea, hay que aceptar que ETA tenía sus razones para matar...
Al tener conocimiento de este hecho he comprendido, Presidente, que si nosotros callamos, los que defienden la ignominia y la rendición desde las filas de nuestro propio partido seguirán avanzando. Por eso he decidido finalmente enviarte esta carta.
Presidente, durante 30 años de nuestra vida, ante cada muerto, ante cada viuda, ante cada madre, nos hemos prometido memoria, dignidad y justicia. Presidente, quiero que sepas que vamos a cumplir nuestra palabra. No vamos a estar callados. No vamos a permitir, sin hacer oír nuestra voz, que se construya un escenario en el que nuestros propios compañeros traicionen lo más sagrado. No nos han matado para esto. No nos han perseguido para esto. Tenemos hijos, presidente. Durante toda su infancia hemos tenido que quitarles, día a día, el miedo. No vamos a permitir que en ellos se repita nuestra historia. Por eso, no nos vamos a callar.
Presidente, hay cosas que sólo tú puedes hacer. O evitar que se hagan. Creo que ha llegado el tiempo de decírtelo.
Un abrazo".
El arriba firmante la firmaría íntegra, bueno menos lo del abrazo a Bambi y tal, ¿y tú?. Besitos a todo el mundo.
7 comentarios:
joer q silencio, nadie dice ni pío. Lo entiendo desde el lado q piensa más o menos como yo, votante pepero, ahora bien, imaginaba, intuía algo así del otro lado aunque en verdad no lo esperaba. Imaginé q algún progre diría algo,¿pasais de mi o se os ha comido la lengua el gato?...ay ZetaP.
Jo colega, Sergio, es que cuesta leerlo, que es un rato largo.
De todas maneras tienes razon- y Rosa- en que estas tratando un tema peliagudo. Yo la verdad, no lo sigo a fondo, o sea, no te puedo decir si eso de las negociaciones de ETA me parece bien o mal porque no tengo ni la mas remota idea de si tengo la informacion adecuada, o si Rosa la tiene, o si Rosa se ha cabreado por algo mas que yo no se... no creas que no me parece importante, sabes, me parece, pero al final del dia cuando cierro el ordenador y me voy a casa, pues que le voy a hacer, no tengo ni SER, ni COPE, ni Radio Nacional, ni Gabilondo ni Antena 3, ni nada... esto hay que seguirlo a fondo para comentarlo bien, y yo siento no poder hacerlo.
De todas formas, creo que en este y en muchos casos similares- envuelvan a gente del PSOE o del PP, o de otros partidos que tambien existen!- es muy facil encontrar problemas en los discursos de la gente, problemas dialectos... porque las palabras traicionan, traicionan a cada uno cada vez que dice una palabra... me cuesta creer que ZP quiera hacer invisibles a las victimas del terrorismo. De hecho, no fue Bono a una manifestacion por las victimas del terrorismo? Y que haya diferencias de opinion dentro de un partido no es que me parezca normal: me parece necesario.
Muchos besos, y bienvenido al mundo del blogger: en el que una o dos respuestas por mensaje es lo normal!
ya sé q es una entrada mas larga q un chorizo de Pamplona, no cometeré más ese pecado, pero en este tema quiero ser especialmente claro.
Debo reflejar todos y cada uno de los puntos d vista, reunir las realidades subjetivas de cada elemento para conseguir la visión objetiva del problema, que no es otro problema que el fascismo, puro y duro. Así tendré una crítica real, nadie me podrá acusar de partidista. Lo q pasa es que en España nunca nadie se confunde. Nunca. Nadie.
Dices q te cuesta pensar q Z-eta-P quiera hacer invisibles a las víctimas. Pues Vane, es duro pero es así, de hecho no las quiere hacer sino que las ha hecho o las está haciendo. Ayer y hoy se está produciendo el debate sobre el estado de la Nación, Z-eta-P dedicó a este tema en su discurso inaugural 46 segundos.46. Peor aún Rajoy que le siguió el juego y no incidió en el tema, ¿cuándo es entonces la hora de tratarlo?. Realmente ésto huele muy mal, muy mal, muy mal.
A ver si tengo más comentarios, jeje, gracias Vane.
Ya es que cuando el tema es peliagudo a los politicos les cuesta mojarse... no es un problema relacionado con ideas (o ideales) sino con pura, realista y deprimente estrategia politica. El problema es que a los politicos que se mojan... a esos no les votan... si yo fuera el presidente del gobierno mi discurso hablaria al menos 1 hora de los derechos de los trabajadores, de la jornada laboral, de un salario digno y de extender todas estas conquistas, que son verdaderas conquistas de la humanidad, al mundo entero, especialmente china, camboya etc... ah y otra medida internacional: limitar el tamaño de las fortunas personales, hombre que es inmoral tener millones de euros y no saber que hacer con ellos, y ponerse a especular para jodernos a los pobres jovenes y no tan jovenes que tenemos que poner el ojete para comprar una vivienda... o no!
jeje, sí pero no. Si alguien se ha forrao en su negocio no somos nadie para limitar su fortuna, porque entonces, cuando alguien se arruine, ¿habrá q ayudarle?. Pues no. Y la vivienda seguirá subiendo, no lo dudes, pero como la culpa era de Aznar...jejeje.
Pues si, si alguien se arruina hay que ayudarle a no ser que se lo haya gastado todo en farla...
Comooooor? a ver q me descuadras, así q si un empresario gana pasta hay q limitar sus ganancias pero si se arruina hay q ayudarlo.¿Por qué?. No lo entiendo aunq me lo explices mil veces. A ver, si mañana yo me arriesgo y gano pues mejor pa mi, si sale mal pues peor pa mi. Si arriesgo mi capital, si me hipoteco, si no duermo, si trabajo 25 horas diarias....será mi problema. Tanto si sale bien como si sale mal. Quien es nadie para quitarme o darme.
Las políticas intervencionistas llevan a la corrupción, y anda q no os gusta intervenir y nacionalizar a los progres, joeeer.
Pero ves en vez d hablar del pacto Z-ETA-P hablamos de otra cosa, ese es el problema, esa es la táctica del p"s"o"e"
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