11 junio 2008

República Bananera de España (II)

La seguridad jurídica es una condición elemental en una sociedad moderna que se digne de llamarse democrática, si no nos adentramos en estados debilitados que se llaman asimismos democráticos pero que, en realidad, son feudos de la corrupción que infecta hasta la última institución social. La otra opción es directamente la de las dictaduras que, aún a día de hoy, se hacen llamar socialistas y comunistas. Democracia, corrupción o dictadura. No hay más opciones. Y en los estados democráticos modernos el sistema judicial es el encargado de hacer respetar las reglas del juego, por lo que, digo yo, cuando no se respetan se quiebra el sistema democrático que todos los ciudadanos nos hemos dados.



Esta triste situación es, en mi opinión, la que se lleva un tiempo dando en España. En la España de zETApé, del talante y el diálogo. La del buen rollo. La legislatura pasada, junto con la que llevamos de ésta, está propiciando una absoluta quiebra del sistema democrático que consagró la Constitución Española de 1978. Algunos estarán de acuerdo con mi opinión y otros pensarán que, como buen pepero que soy, exagero de forma -o no- intencionada. Bueno, sin entrar en grandes detalles ya comentados en CHECHOSAID, me veo en la obligación de llamar la atención de mis asiduos lectores en tres claros casos que me llevan a opinar que la España de zETApé cada día se parece más a la Venezuela Bolivariana del Gorila Rojo. Como son:





  • Tribunal Constitucional: "El Gobierno no tiene ninguna duda de la honestidad y profesionalidad de la presidenta del Tribunal Constitucional -María Emilia Casas-", María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta del Gobierno. La mejor contestación a esta burla es aquella de que la mujer del Cesar no sólo tiene que ser limpia sino parecerlo, pero mejor aún lo dice Ignacio Camacho en el artículo Los jueces no tienen vecinos que el domingo leí en el ABC. Y son estos tipos quienes deberán decir si el Estatut es legal o no...








  • Tribunal Supremo: Mi entrada titulada "Los 5 magníficos" del 3 de marzo de este año adelantaba la jugada: El Tribunal Supremo (TS) ha acordado hoy que debe absolver a los empresarios Alberto Cortina y Alberto Alcocer en el 'caso Urbanor' en aplicación de la doctrina sobre la prescripción establecida por el Tribunal Constitucional (TC). Bueno, ante tal burla al Estado de Derecho español no tengo nada que decir salvo que, en España no existe ni la Justicia ni la Democracia. Es indignante, amoral, impúdico, vergonzoso. Una ignominia vomitiva.








  • Tribunales de Taifas: Porque en eso se convierten los que supuestamente deben defendernos a los españoles, seamos de la comunidad autónoma que seamos. Todos os acordaréis de Antonio Aguirre, vicepresidente del Foro de Ermua, aquel señor que se retorcía en el suelo después de que un borrego consejero municipal del PNV le pegara una patada en los huevos en la puerta de un juzgado vasco protegido por la polícía autonómica vasca. Bien, ahora, Un año y tres meses después, Aguirre, Iñaki Ezquerra y Daniel Portero (presidente de Dignidad y Justicia) serán juzgados como posibles autores de desordenes públicos -noticia-. Gran atestado de esta policía política, digna de Goebbels.

El acusado, tras agredir con sus cojones la bota del ejemplar peneuvista.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Vaiche boa!