22 julio 2008

República Bananera de España (III)

Me repito, tristemente, una vez más:




La seguridad jurídica es una condición elemental en una sociedad moderna que se digne de llamarse democrática, si no nos adentramos en estados debilitados que se llaman asimismo democráticos pero que, en realidad, son feudos de la corrupción que infecta hasta la última institución social. La otra opción es directamente la de las dictaduras que, aún a día de hoy, se hacen llamar socialistas y comunistas.




Democracia, corrupción o dictadura. No hay más opciones. Y en los estados democráticos modernos el sistema judicial es el encargado de hacer respetar las reglas del juego, por lo que, digo yo, cuando no se respetan se quiebra el sistema democrático que todos los ciudadanos nos hemos dado.



Esta triste situación es, en mi opinión, la que se lleva un tiempo dando en España. En la España de zETApé, del talante y el diálogo. La del buen rollo. La legislatura pasada, junto con la que llevamos de ésta, está propiciando una absoluta quiebra del sistema democrático que consagró la Constitución Española de 1978. Algunos estarán de acuerdo con mi opinión y otros pensarán que, como buen pepero que soy, exagero de forma -o no- intencionada.




Bueno, sin entrar en grandes detalles ya comentados en CHECHOSAID, me veo en la obligación de llamar la atención de mis asiduos lectores en uno de los más flagrantes caso de atropello a los Derechos Fundamentales y de inseguridad jurídica que se ha dado en los últimos años y que me llevan a opinar que la España de zETApé cada día se parece más a la Venezuela Bolivariana del Gorila Rojo. Aunque en este caso también el PP se puede considerar cómplice, por omisión, mientras que el PRI$O€ lo es por acción. No es otro que el caso Gómez de Liaño. Ese magistrado que osó emplumar a Polanco y enjuiciar a PRISA y al que, por eso, se lo fundieron como se los funden en Venezuela o en Cuba o en China. (Bueno, allí además los encarcelan o fusilan).




Ahora, Estrasburgo dice que Gómez de Liaño no tuvo un juicio independiente e imparcial y condena al Estado español por ello. Casi nada nene. Pero aquí, en España, no passssa nada. Eso sí, Jimenez Losantos es muy malo malísimo y debe ir a la cárcel pero los otros, los del PRI$O€, las gastan así; al más puro estilo revolucionario ¿No? ¿Qué habrá dicho PRISA de la sentencia? Pues, NADA




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