«It's one small step for [a] man, one giant leap for mankind»

Se han cumplido este mes 40 años de la llegada del hombre a la Luna. Esta efeméride sí es una verdadera fecha que recordar y no cualquier otro día internacional de la capullada de turno. Que el hombre haya llegado a la Luna es un hecho sobrecogedor, personalmente, me deja totalmente impresionado. Diría que sin palabras pero, todo lo contrario, me da cuerda para rato ya que resulta un hecho alucinante, de alunizar. Algo que, incluso, puede parecer increíble. Tan increíble que desde el primer momento apareció en escena desde la teoría de la conspiración hasta los frikis más colgaos de este planeta que verdaderamente parecen que vienen de la Luna... Luego hablamos de eso.

Pero lo flipante de ir a la Luna no fue el ir, sino el volver. Las posibilidades de éxito eran del 50%. Lanzar un supercohete de dimensiones gigantescas suponía un esfuerzo titánico para el que trabajó toda la nación norteamericana. Saber que mandas a unos tipos a la Luna y que puede que vuelvan o puede que no es jugársela de verdad. Imaginad que pasaría por las cabezas de Armstrong, Aldrin y Collins durante su preparación y realización de la misión. Buuuuffff. Por eso, porque superaron problemas increíbles y tuvieron además mucha suerte las distintas teorías conspirativas aparecieron pronto.

Pero sigamos con la ciencia y la proeza. El viaje a la Luna nos recuerda la verdadera capacidad que el ser humano tiene, la superación que representa y el espíritu que puede conducir a la humanidad a etapas inimaginables. Iguala hazañas como la de Cristobal Colón, Edmun Hillary o Amundsen.

El programa Apollo fue el tercero que la NASA intentó en su competencia con la antigua URSS y no fue solo el viaje a la Luna sino que continuó durante años, acordaros del "Houston we´ve a problem...". Lo que pasa es que llegar a la Luna se convirtió en una verdadera carrera entra las dos superpotencias y por eso se corrieron riesgos tan importantes. Hasta el punto que una vez los norteamericanos llegaron la competencia soviética se desinteresó por nuestro satélite natural, al menos públicamente.

Pero ¿qué era el Apollo XI? Probablemente hoy no pasaría ni los controles de seguridad de un parque de atracciones. ¿Qué fuselaje protegía a los astronautas? ¿Qué sistema de trasmisiones tenían? ¿Cómo era los trajes y ropas que utilizaron hace 40 años? ¿Qué sistemas de seguridad tuvieron? ¿Electrónica e informática de 1969? Comparemos con la actualidad... Increíble.

Por eso debemos entender que desde un principio mucha gente no creyera que tal hazaña se hubiera conseguido. Además debemos recordar que a la propia NASA no le va nada mal que se hable de la conspiración, se alimenten leyendas urbanas y rumorología cuántica sobre el tema. Publicidad y propaganda.

Yo creo que el hombre ha llegado a la Luna. Sé que existen circunstancias raras, coincidencias sorprendentes, casualidades paradójicas y hasta explicaciones totalmente convincentes. Pero creo en lo que nos han contado. El problema es que en muy poquitas ocasiones aparecen ciertas evidencias que me corroen el coco de forma muy sugerente...

Me explicaré. Cuando veo a los frikis en la tele, programas tipo Iker Jiménez, me descojono de lo lindo. Pero cuando de pronto aparecen ciertas personas con un grado de responsabilidad -incuso pública-, formación y consideración de cierta o mucha importancia pues, es cuando empiezo a preguntarme cosas. Me gustaría que alguien me respondiera al vídeo siguiente:

Resulta que el primer ser humano que pisa la Luna, el astronauta e ingeniero y comandante del ejercito norteamericano Neil Armstrong dice, cuando está paseando por la superficie lunar: " ¡Dios mío! ¿Qué es ese disco?"... ¿No es apasionante?.

To be continued...