En mi entrada anterior publico la portada de El País del 1 de marzo de 2004, diez días antes del atentado más grave de la historia de España. El periódico de la progresía estatal, la voz del PSOE, titulaba que ETA quería realizar un gran atentado en Madrid antes del 14-M, día de las elecciones.
Tal cosa no es algo opinable. Tal dato no es algo subjetivo. La noticia no era un globo sonda. No. Es un hecho objetivo. Pero en España nos olvidamos inmediatamente de algunas cosas, sólo tenemos memoria para lo cocinado desde el agit-prop sociata. ¿Qué pensar entonces y qué pensar hoy? Qué tontos somos...
La ETA utilizó en diversas ocasiones el modus operandi del atentado del 11-M. Al Qaeda no utiliza para sus grandes atentados mediáticos el modus operandi del 11-M, ni en las Torres Gemelas ni en Londres atentaron así. Tal cosa no es algo opinable. Tal dato no es algo subjetivo. Es un hecho ob-je-ti-vo.
La primera vía de investigación apuntó a ETA ¿Por qué? Porque el explosivo utilizado era el Titadyne, se dijo. ¿Cómo el ministro sabía qué explosivo era? Porque la policía se lo dijo. Pero, antes de todo eso el Lehendakari fue el primero en acusar a la ETA y, además, pedir perdón por ello. Tal cosa no es algo opinable. Tal dato no es algo subjetivo. No. Es un hecho ob-je-ti-vo. Pero en España nos olvidamos inmediatamente de algunas cosas, sólo tenemos memoria para lo cocinado desde el agit-prop sociata. Qué tontos somos...
Hoy, seis años después, sólo están condenados como autores Jamal Zougam, Otman el Gnaoui y Emilio Suárez Trashorras. Hoy, seis años después, no sabemos qué explosivo se utilizó para la masacre. Hoy, seis años después, no sabemos quién mandó realizar el atentado. Tal cosa no es algo opinable. Tal dato no es algo subjetivo. No. Es un hecho ob-je-ti-vo. Pero en España nos olvidamos inmediatamente de algunas cosas, sólo tenemos memoria para lo cocinado desde el agit-prop sociata. Qué tontos somos...
Los lectores de este blog saben que he procurado tratar este tema con seriedad. He escrito mucho, he leído un puñao y he discutido bastante, en particular con un lector (abecedario) con el que mantuve numerosos intercambios de pareceres desde el respeto y la educación en las formas y que me produjo gran satisfacción. Él procuró argumentadamente justificar la versión oficial. Yo intenté explicarle mi teoría, que no es otra que: la policía se confundió. Metieron la pata hasta el fondo y realizaron una huída hacia delante en la que los engaños provocaron tal crisis que acabó con un cambio de gobierno. La pregunta entonces es ¿quién pensó tal maquiavélico y retorcido plan? Para mí está muy claro, siempre lo he dicho y lo diré: la ETA.
Con las caravanas de la muerte y con los etarras detenidos días antes del atentado consiguieron engañar a todos los super jefes, directores generales, comisarios generales, requetesuperintendentes, espías ceneinianos y politicachos de turno que se creen por encima de todo. Picaron el anzuelo y de qué manera. Se tragaron el señuelo hasta el gaznate y luego no supieron escupirlo.
Para aquellos que me tilden de loco, gilipollas o capullo, me gustaría recordar hoy al personaje que dijo que había que tener cuidado porque la cosa olía a colaboración entre bandas terroristas, no fue otro que el Sr. González, Felipe González. Despejada esta X da pena ver cómo en España nos olvidamos inmediatamente de algunas cosas, sólo tenemos memoria para lo cocinado desde el agit-prop sociata. Qué tontos somos...
Tal cosa no es algo opinable. Tal dato no es algo subjetivo. La noticia no era un globo sonda. No. Es un hecho objetivo. Pero en España nos olvidamos inmediatamente de algunas cosas, sólo tenemos memoria para lo cocinado desde el agit-prop sociata. ¿Qué pensar entonces y qué pensar hoy? Qué tontos somos...
La ETA utilizó en diversas ocasiones el modus operandi del atentado del 11-M. Al Qaeda no utiliza para sus grandes atentados mediáticos el modus operandi del 11-M, ni en las Torres Gemelas ni en Londres atentaron así. Tal cosa no es algo opinable. Tal dato no es algo subjetivo. Es un hecho ob-je-ti-vo.
La primera vía de investigación apuntó a ETA ¿Por qué? Porque el explosivo utilizado era el Titadyne, se dijo. ¿Cómo el ministro sabía qué explosivo era? Porque la policía se lo dijo. Pero, antes de todo eso el Lehendakari fue el primero en acusar a la ETA y, además, pedir perdón por ello. Tal cosa no es algo opinable. Tal dato no es algo subjetivo. No. Es un hecho ob-je-ti-vo. Pero en España nos olvidamos inmediatamente de algunas cosas, sólo tenemos memoria para lo cocinado desde el agit-prop sociata. Qué tontos somos...
Los lectores de este blog saben que he procurado tratar este tema con seriedad. He escrito mucho, he leído un puñao y he discutido bastante, en particular con un lector (abecedario) con el que mantuve numerosos intercambios de pareceres desde el respeto y la educación en las formas y que me produjo gran satisfacción. Él procuró argumentadamente justificar la versión oficial. Yo intenté explicarle mi teoría, que no es otra que: la policía se confundió. Metieron la pata hasta el fondo y realizaron una huída hacia delante en la que los engaños provocaron tal crisis que acabó con un cambio de gobierno. La pregunta entonces es ¿quién pensó tal maquiavélico y retorcido plan? Para mí está muy claro, siempre lo he dicho y lo diré: la ETA.
Con las caravanas de la muerte y con los etarras detenidos días antes del atentado consiguieron engañar a todos los super jefes, directores generales, comisarios generales, requetesuperintendentes, espías ceneinianos y politicachos de turno que se creen por encima de todo. Picaron el anzuelo y de qué manera. Se tragaron el señuelo hasta el gaznate y luego no supieron escupirlo.
Para aquellos que me tilden de loco, gilipollas o capullo, me gustaría recordar hoy al personaje que dijo que había que tener cuidado porque la cosa olía a colaboración entre bandas terroristas, no fue otro que el Sr. González, Felipe González. Despejada esta X da pena ver cómo en España nos olvidamos inmediatamente de algunas cosas, sólo tenemos memoria para lo cocinado desde el agit-prop sociata. Qué tontos somos...
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